Los Reflejos Infieles
Me moldeó muchas caras esta sumisa piel,
adherida en secreto a la palpitación de lo invisible
lo mismo que una gasa que de pronto revela figuras
emboscada en la vaga sustancia de los sueños.
Caras como resúmenes de nubes para expresar la intraducible
travesía;
mapas insuficientes y confusos donde se hunden los cielos
y emergen los abismos.
Unas fueron tan leves que se desgarraron entre los dientes
de una sola noche.
Otras se abrieron paso a través de la escarcha, como proas
de fuego.
Algunas perduraron talladas por el heroico amor en la
memoria del espejo;
algunas se disolvieron entre rotos cristales con las primeras
nieves.
Mis caras sucesivas en los escaparates veloces de una historia
sin paz y sin costumbres:
un muestrario de nieblas, de terror, de intemperies.
Mis caras más inmóviles sugiendo entre las aguas de una ágata
sin fondo que presagia la muerte,
apenas el reverso de una sombra estampada en el hueco
de la separación.
Ningún signo especial en estas caras que tapizan la ausencia.
Pero a través de todas,
como la mancha de ácido que traspasa en el álbum los
ambiguos retratos,
se inscribió la señal de una misma condena;
mi vana tentativa por reflejar la cara que se sustrae y que
me excede.
El obstinado amor frente al modelo.
4 comentarios:
"La cara que se sustrae y que me excede"... excelente y poético cierre para tan bella poesía de O. Orozco.
Me gustó esto de ..." me moldeó muchas caras esta sumisa piel"...
pregunto: ¿ deberá ser sumisa la piel para ser maleable y poder moldearla? ¿ Qué pasará con una piel dolorida y más dura?
Felicitaciones por tanto arte... un abrazo desde Potrero de los Funes- Nora
Gracias por tu visita.
Creo que lo ideal es andar por la vida con la menor cantida de máscaras posibles.
Un abrazo.
Extraordinario poema. Qué belleza. Gracias por difundirla.
Un abrazo grande de año nuevo y amistad renovada.
Gracias Lila, es para mí un honor contar con tu visita.
Publicar un comentario